No me caracterizo por tener mucha paciencia, por lo que la fotografía nocturna nunca ha sido lo mío. Menos al considerar que para lograr imágenes espectaculares, como las que abundan por la web, es necesario un sobremaquillaje desmedido. Mi límite entonces son los paisajes crepusculares con algún desapercibido protagonista.
Cuando la mente nos juega malas pasadas
Probablemente muchas de estas jugarretas pasan inadvertidas. La rápida interpretación de las imágenes y sonidos que constantemente nos bombardean, inevitablemente hacen que los detalles pasen desapercibidos.
Jugando en el campo
Encontrar inspiración dentro de las situaciones cotidianas nunca ha sido fácil. Pero a veces sólo hace falta esforzarse un poco para tener lluvias de verano.
El Inicio
¿Quién no puede sentirte atraído hacia la fotografía (o en su defecto, cualquier medio que capture lo que está ante nuestros ojos) luego de verse dentro de un cuadro impresionista francés? Así me sentí yo, intentando entonces capturarlo todo.
Retrospectivas
Las imágenes, olores y sonidos nostálgicos combinados en su justa medida, nos conmueven. Sólo hay que permitirles tocar esa fibra sensible prisionera por una adultez madura. La autora propone dar rienda suelta a la emotividad y la sensibilidad, disfrutar desvergonzadamente y emocionarse hasta las lagrimas.
El final del camino
Ese inevitable recorrido, donde todos eventualmente nos dirigimos…
Pero cruzar hacia el otro lado no implica necesariamente el final, sino que también puede ser un nuevo comienzo. ¿Cuándo atravesarlo? ya puedes adivinar.
Un poco de patriotismo
Como parte de la celebración de independencia chilena, asistir al Parque O’Higgins, permite imaginar parte de la idiosincracia chilena.